
La capital de Colombia quedó aturdida cuando se hicieron presentes más de ochenta mil personas para asistir a la Misa de Regina. Unos veinte mil lograron entrar a la Catedral y los sesenta mil restantes se ubicaron en el atrio y en las gradas que dan a la Plaza de Bolívar. Después de celebrar la misa y repartir la comunión, monseñor Landínez pronunció las palabras "podéis ir en paz”, mas nadie se movió. Todos estaban esperando que sucediera otra cosa, querían que Regina pronunciara algunas palabras. Entonces ella subió al púlpito, les dio las gracias y se despidió. Cuando los de adentro comenzaron a salir del recinto los que estaban afuera empezaron a luchar para entrar. La confusión que se presentó fue rápidamente distorsionada por la prensa colombiana. Fotografías de Regina en el púlpito fueron difundidas por inalámbrico a todos los rincones del mundo. Tanto “El Tiempo” como “El Espectador” salieron con enormes titulares: “ESCANDALO EN LA CATEDRAL”, “BRUJA CELEBRA MISA EN LA CATEDRAL”, y al día siguiente: “EL CARDENAL CONDENA EL ESPECTACULO DE REGINA ONCE”; la televisión estatal presentó entrevistas con la jerarquía de la iglesia católica en las que ésta exponía sus conceptos sobre cómo pudo ser posible que Regina “11” pudiera atraer tanta gente ... tres veces más de los que asistieron a la misa celebrada por Su Santidad Paulo VI en esa misma Catedral en 1968.
En diciembre de 1983 Regina “1 1” completó un millón de alumnos dispersos por el mundo entero. Muchos de ellos han solicitado la recopilación de sus enseñanzas básicas de Metafísica.
Actualmente, el número de alumnos que Regina 11 tiene en el mundo, sobrepasan con mucho los tres millones.